Mercedes Benz SL

Un legendario cupé con alas de gaviota que se adelantó a su tiempo; el abuelo de los autos deportivos modernos; el cupé que se convertiría en uno de los autos deportivos más importantes, si no el más importante, que se fabricará en el siglo XX en el futuro. Con todo lo dicho, ¿qué hace que este cupé sea tan especial? Aparte de su estilo automovilístico elegante y prístino de los años 50, el 300SL era, en términos más sencillos, una versión de producción del cupé de carreras W194 que dominaba las carreras y que sería utilizado por Daimler-Benz (actualmente conocido como Mercedes-Benz) para ganar su primer victoria en las 24 Horas de Le Mans de 1952, en su carrera debut. El cupé 300SL estaba propulsado por un SOHC de 6 cilindros en línea de 3.0L que utilizaba el mismo sistema mecánico de inyección de combustible que se usa en el auto de carreras W194. En ese momento, este fue el primero para un automóvil de producción. Como resultado de este sistema tecnológico avanzado, el motor podía producir más de 212 hp a alrededor de 5000 rpm. Aunque tenía una masa considerablemente pesada en lo que respecta a los autos en ese momento (con un peso de alrededor de 1300 kg), el 300SL también fue uno de los autos deportivos con mejor desempeño en el mundo, gracias a su motor de clase magistral. De hecho, el 300SL se convertiría en el automóvil de producción más rápido jamás fabricado en ese momento, con una velocidad máxima de 263 km/h (163 mph), que para principios y mediados de los años 50 era algo que era todo menos común.